Cuando la comunicación
real acaba y la conexión digital esta en lo máximo
Marc
Prensky dice que nuestra generación aprendió a entender el mundo a través de la
lectura, y que ahora los niños aprenden a entender el mundo a través de la
tecnología. La lectura es todavía la competencia básica para poder aprender,
solamente es diferente el modo de leer: El formato de siglos XXI y XX era los
libros en papel; en el siglo XXI, hay más medios y formatos disponibles, analógicos
y digitales.
El
medio, el formato y la accesibilidad al medio son los tres aspectos que muestran
la diferencia entre las formas de lectura de los siglos XIX, XX y XXI. ¿Leen
hoy los niños menos que antes? En las escuelas, por obligación o voluntariamente,
leen libros de texto, cuentos, novelas, instrucciones de videojuegos y apps,
tweets, postes, mensajes en chats, noticias de sus blogueros favoritos, webs. Leen
en papel o en ordenadores, tabletas, Smartphone, e-readers ¿Por qué tanto
formato y medio? Porque son nativos digitales.
¿Es
mejor la lectura en papel para adquirir el gusto por la lectura? ¿Es mejor la
escritura a mano que en medios digitales? En realidad, no importa, siempre que sepan
leer y escribir, y aprecien el valor de la lectura. Lo bueno o malo que elijan dependerá
de su criterio y capacidad de análisis. Por ello, lo que debe enseñar con urgencia
es el espíritu crítico, la capacidad de valorar, juzgar y elegir; esta capacidad
le será útil durante toda la vida.
Un
medio accesible a todos en el teléfono inteligente que tiene la capacidad para
todo, que permite leer y escribir en múltiples formatos y medios. El problema es
que, por sus características y funciones, ha creado una nueva forma de adicción,
que afecta al 50% de los adolescentes y a igual o mayor número de adultos. Nadie
escapa del encanto y seducción de esta herramienta omnipotente y omnipresente.
Un
grupo de investigadores (ONG Como Cense) presentó un cuestionario a 1.240
padres y a adolescentes (de 12 a 18 años) como seguimiento sobre las
consecuencias de la dependencia. Los datos indicaron que por lo menos la mitad
de los adolescentes eran adictos al móvil y el 60% de los padres opinaba lo
mismo. Los jóvenes pasaban demasiado tiempo con el Smartphone; se distraían
continuamente, revisaban o comprobaban sus notificaciones en el móvil cada hora
como mínimo, además sentían la necesidad de responder instantáneamente los
mensajes de las redes sociales.
Las
adicciones fuertes no pueden cortarse bruscamente. Si los padres eliminan totalmente
el “objeto de deseo” (teléfono inteligente) pueden generar reacciones emocionales
importantes como la ruptura de la relación padre-hijo, porque esta decisión corta
también el cordón umbilical de la relación del joven con sus amigos. Es un
dilema porque se vive en una era paradójica. “Vivimos en los tiempos de la
comunicación, pero estamos cada vez más incomunicados entre nosotros”. “Cuando
tomamos un café con nuestra pareja o con nuestro amigo, y los dos estamos con
el teléfono, estamos desconectados de la otra persona, pero conectados con un
aparato que supuestamente nos conecta con ella”. ¿Curioso? ¿Peligroso? ¿Divertido?
Para
conectarse con una persona que está frente a nosotros, hay que mirarla,
conversar, ver sus gestos y tocarla. Cuando se usa y abusa el teléfono, nada de
lo anterior sucede, se olvida de la persona y se genera aislamiento, una especie
de autismo. Cada vez más gente se enrola en una sociedad de solipsismo donde
cada uno está por su cuenta, sin metas ni objetivos sociales y colectivos; supuestamente
conectados, pero realmente ajenos y desconectados hasta de las personas que están
frente a uno y junto a nosotros. Cada vez más juntos pero ausentes, mientras el
teléfono inteligente consolida su reino y somete a sus ciegos y despistados súbditos.
Referencias
LEER EN EL SIGLO XXI: NUEVAS
ESTRATEGIAS PARA PROFESORES, junio 23 2014
Lo que la adicción al móvil les
hace a los jóvenes, Sarah Romero
Hugo Landolfi, Como evitar la
adicción a los teléfonos móviles y celulares
https://victimaprotagonista.com/como-evitar-adiccion-telefonos-moviles-celulares/