viernes, 31 de julio de 2015

Relaciones diplomáticas EEUU, Cuba, teoría de juegos


Relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba. Un enfoque desde la Teoría de Juegos

 
Después de muchos años, luego de la incursión de los castristas en Cuba y la consolidación de la ideología socialista marxista, Estados Unidos y Cuba deciden reanudar las relaciones diplomáticas con la apertura de las respectivas embajadas. Este hecho crea posibilidades para un pueblo oprimido por décadas, aunque para los Castro, solo representa  una oportunidad de cambiar la imagen, pues económicamente  por haberse apropiado de la plusvalía social, tienen recursos para vivir holgadamente  en cualquier lugar del mundo por decenas de generaciones.

 Marx cuestionaba al capitalismo por la forma como los empresarios se apropiaban de la plusvalía del trabajo; no se imaginaba que tendría alumnos tan aplicados que se apropiaría de esa plusvalía en mayor magnitud y con mayor crudeza, al considerar a los trabajadores como meros esclavos, animales de tiro o de carga que se alquilan por meses o años (Nota 1).

 Dejando de lado a los Castro y su camarilla, vemos porque es conveniente esta decisión bilateral, para los americanos  y cubanos.

 En la Teoría de juegos se emplea el ejemplo cásico de los ladrones que encerrados en celdas separadas deben decidir si delatan su cómplice o mantienen el silencio. La delación (0 confesión) les asegura  ventajas como la reducción de la pena y la sanción máxima para el otro; para ambos mantener el silencio les puede significar la libertad al no existir otras evidencias del delito cometido. Si se delatan  mutuamente, la sanción es menor, pero ambos con castigados.
 

 
En el cuadro 1 se muestra la matriz de pagos, en las que los dos prisioneros (jugadores) muestran sus estrategias. En el interior de la tabla  se presentan los pagos o ganancias que resultan de las combinaciones de estrategias, como pares ordenados en los que el primer valor corresponde al jugador 1.

 Si usamos este ejemplo para el caso del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, veremos una solución similar. Las estrategias son dos: establecer las relaciones  diplomáticas y reabrir las embajadas o no hacerlo. Al final, como el en caso de los ladrones existe una solución óptima que consiste en la practicar la diplomacia activa.

 

Para justificar la elección hagamos un ejercicio de imaginación para ver en que consisten las ganancias y pérdidas de cada jugador

 
Cuadro 3. Interpretación de la matriz  de pagos

 

Estrategias (EEUU; Cuba)
Estados Unidos
Cuba
No diplomacia, no diplomacia
Imagen de país fuerte, democracia que no transa con dictaduras, mantiene adhesión de países con democracia
Imagen de país fuerte, consecuente  y leal  al “socialismo”, conserva  aliados (países de órbita chavista), otras dictaduras,
No diplomacia, Diplomacia
Señal de intransigencia, de parálisis ideológica (intolerancia a otros sistemas políticos), puede perder apoyo de países aliados. Pierde oportunidad de aumentar poder en su área de influencia
Imagen de apertura al cambio, señal de tolerancia a otras ideología (la democracia)
Diplomacia, No diplomacia
Imagen de apertura al cambio, señal de tolerancia a otra ideología (el socialismo).  Demostración de superioridad , envío de señales sutiles al pueblo cubano
Señal de intransigencia, de parálisis ideológica (intolerancia a otros sistemas políticos), puede perder apoyo de países aliados. Falta de visión estratégica y pragmatismo como China
Diplomacia, diplomacia
Imagen de apertura al cambio, señal de tolerancia a otra ideología (el socialismo). Pragmatismo económico y estratégico, enfoque de largo plazo
Imagen de apertura al cambio, señal de tolerancia a otras ideologías (la democracia). Pragmatismo económico y estratégico, enfoque de largo plazo

Fuente: Carlos Rivas R. Julio 2015

 
La decisión de los jugadores fue la reapertura simultánea de las relaciones diplomáticas, porque además de lo mencionado en el cuadro 3, aparecen otras ventajas o ganancias, monetarias o no, que son estratégicas  para ambos países:

 Estados Unidos. Se consolida su poder e influencia en la región, evitando la incursión de China o Rusia aunque estos países no tienen ahora interés real en esta isla. En el mediano plazo, el intercambio económico se dinamiza y aunque el volumen no es significativo, desde el ámbito social o político  tiene gran impacto.  En el ámbito militar  le permite tener más control o cercanía a países hostiles. Es mejor que en el patio trasero de la casa haya un amigo, no un enemigo.

 Cuba. A diferencia  del pasado, Cuba no puede gozar de las dádivas del gobierno venezolano, precario y sin rumbo, tampoco de Rusia ocupada en reforzar  su liderazgo estratégico en su área inmediata de influencia. China, por otra parte, no estaría dispuesta a subsidiar  a un estado parásito ya que no necesita su ayuda para imponerse en Estados Unidos;  por lo demás, Cuba no es atractivo como fuente de materas primas clave para el crecimiento chino (minerales, petróleo, gas) pues de otro modo ya habría “comprado” el país mucho años antes aprovechando el repudio a Estados Unidos y la corrupción. Para ellos, el pragmatismo  y el beneficio económico se imponen sobre la ideología. 

 Castro prefiere mantenerse sin sobresaltos en el poder y disfruta al máximo la  fortuna antes de enfrentarse  a situaciones como la de Libia. En verdad, las relaciones diplomáticas con Estados Unidos equivalen a un seguro con una prima muy baja que cubre todos los riesgos.

 En cualquier escenario  actual, Cuba sale ganando por el restablecimiento de las relaciones  diplomáticas. No hacerlo significa perder  una oportunidad vital y afrontar el riesgo de quedarse sin apoyo en mediano plazo (quizá Venezuela  no sea más el Papa Noel petrolero, China o Rusia no estarán dispuestos a apoyar un régimen parásito, el pueblo cubano podrá “enterarse” de cómo se resolvió el  problema en Libia y el final nos sería  nada grato a los Castro)

 

Nota 1. La fortuna de los Castro es similar a la de los hombres más ricos del mundo, lo que cambia es la  forma en que lo lograron. Mientras los empresarios pusieron capital, conocimiento, tiempo y dedicación para crear y engrandecer gradualmente las empresas, los Castro idearon mecanismos perversos y diabólicos para apropiarse del fruto del trabajo de miles de profesionales “esclavos”. Un médico alquilado a países con dictaduras o democracias  corruptas (países  africanos, Brasil, Venezuela, Perú, Bolivia) por miles de dólares al mes,  recibe directamente alrededor del 10% del total, el resto va  a las arcas castristas. Durante decenas de años, con miles de profesionales, es fácil imaginarse los millonarios ingresos solamente en este rubro.